Corlock nos condujo a la sala de
castigo, la cual estaba vacía. Nos dijo que esperásemos al director que no
tardaría en llegar. Él abandonó la sala, y nos dejó solos en aquella triste
habitación. Antes de que pudiera sentarme entró el director.
— ¿Se puede saber qué ha hecho
eso Srta. Lekker?
— Yo no he hecho nada. —dije
mirando al suelo.
— ¿Y con nada a qué se refiere?
— Ha pintado al profesor con
spray en la y le ha dejado en evidencia. —dijo Derek. Maldito niño pijo…
— Con que nada, ¿eh? —dijo el
director. Yo me limité a fulminar con la mirada a Derek— Me temo que tendré que
castigarla. Una más de las suyas y la expulsaré. ¿Y usted qué ha hecho? —miró
al pijo.
— Me ha ayudado —dije con una
sonrisita.
— ¿Qué? ¡Yo no he hecho nada!
—gritó frunciendo el ceño.
— ¿Entonces por qué estás aquí?
Algún motivo habrá que haber ¿no? —le eché en cara.
— ¿Qué por qué estoy aquí? ¡Pues
por tu culpa!
— Claro, ¡Noah siempre tiene la
culpa!
— ¡Sr. Dowell! —Protestó.
— Me temo que Noah tiene razón,
si no ¿Por qué está usted aquí? —Dijo el Sr. Dowell. A Derek le dio tanta rabia
que se quedó callado y no pudo pronunciar palabra.
— ¿Y cuál es nuestro castigo?
—pregunté cansadamente, aprovechando la pausa que hizo Derek.
— Tendrán que limpiar todas las
pintadas y más tarde deberán quedarse aquí, en la sala de castigo, durante las
próximas dos semanas.
— Pero director ¡Es injusto!
—Dijo Derek
— Son las normas, Sr. Prest —Dijo
dirigiéndose hacia la puerta.
— ¡Todo esto es culpa tuya! ¡Si
me hubieras hecho caso cuando te dije que dejaras ese bote!
— ¿Quieres callarte ya? ¡Qué
pesado! Me duele la cabeza de escuchar tu voz —Me senté en una de las sillas.
— OH, gracias, muy amable por tu
parte, pero al menos yo no tengo tantas advertencias con las cuales me
expulsarían para siempre.
Me levanté de la silla de un
salto con intención de pegarle y me acerqué a él lo suficiente como para
intimidarle.
— ¿Crees que me importa que me
expulsen? —él se echó un poco hacia atrás— Mejor para mí, así no te veré más,
ni a ti, ni a los profesores, ni a nadie — Me di la vuelta y me marché a la
clase del Sr. Corlock con intención de limpiar todas las pintadas.
Al llegar, pasé de largo, no
tenía ganas de limpiar. Seguramente me la cargaría otra vez por esto, pero no
importaba. Me fui a casa, me vestí (http://www.polyvore.com/cgi/set?id=86099376&.locale=es)
y me fui a un local con Katy.
Llegamos y vi a Eric, un antiguo
amigo problemático. Estaba con su novia, Aisha. Vi que se acercaban a nosotras,
y me puse nerviosa.
— Hola guapa —dijo Eric. Yo me
limité a mirarle por unos segundos con la mayor repugnancia posible.
— ¿Qué hay, Eric? —dije.
— ¿Quién es tu amiga? —dijo Eric.
— ¿Podemos irnos, por favor?
—susurró ella.
— Se llama Katy —dije ignorando
la pregunta de mi compañera.
— Me alegro de verte, Noah —dijo
Aisha mirándome de arriba abajo.
— Igualmente —dije fríamente.
Aisha me caía muy mal.
— Ha pasado mucho tiempo —dijo
Aisha. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos. Yo era novia
de Eric, hasta que Aisha me lo robó con su juego sucio.
— ¿Qué tal va vuestra “relación”?
—dije. Digo “relación” entre comillas, ya que más bien fue un arrebatamiento.