lunes, 29 de abril de 2013

Capítulo 1




Me desperté de una buena siesta en clase de historia. Katy me había tirado una bola de papel ya que se había terminado la clase. Había conseguido dormirme las dos horas de clase sin que el Sr. Looper se diese cuenta. Fui de las últimas en salir pero, antes de que pudiera hacerlo me llamó el profesor y le dije a Katy que se fuera y que no me esperase.
— Sra. Lekker, ¿puede venir un momento?
— ¿Qué quiere?
— Cuida ese tono señorita. —Dijo con el ceño fruncido— Tengo que comunicarle que debido a su comportamiento y a su falta de interés la hemos cambiado de aula.
— ¿Cómo que me han cambiado de aula? ¿Qué intenta decirme con eso?
— Que la hemos cambiado a la otra clase. He intentado hacer todo lo posible para cambiar su actitud pero no demuestra mejora alguna. Hablé con el director Herbert y llegamos al acuerdo de que tendríamos que cambiarla de aula con el profesor Corlock, el más estricto del instituto.
— ¿Qué? No puede hacer eso.
— Pues la verdad es que ya lo he hecho. Mañana comenzará su primera clase con el Sr. Corlock. —Le miré con cara de desprecio y luego salí por la puerta dando un portazo al cerrar.
Me dirigí al autobús. No me podía creer que hubiera sido capaz. ¿Cambiarme de clase solo por mi actitud? Menuda mierda.
Cuando llegué a casa corrí hacia mi cuarto, cerré la puerta y puse la música a todo volumen. Siempre hacía eso para desahogarme y olvidarme de todo. Me tumbé en la cama y empecé a recordar el momento del accidente. Recordé cómo aquel coche se dirigía a nosotros, recordé los rostros de mis padres, ensangrentados por el golpe. Recordé sus ojos vacíos y sus cuerpos inertes, muertos. No pude contener las lágrimas, yo había sido la única superviviente y esto hizo que me sintiera aún peor. Ahora vivía con mi tía Shannon y mi tío Rubens.
Apagué la música y aentel cabo de un rato me quedé dormida.

El siguiente día era la primera clase con Corlock. Bah, una auténtica porquería. Desayuné, me vestí (http://www.polyvore.com/cgi/set?id=86097670&.locale=es) y entré en el autobús.
Cuando llegué a clase me senté en la última fila el último pupitre a la derecha. A mi lado había una chica, pelo rizado y ojos verdes, según una pegatina que tenía en el pecho se llamaba Lucy. ¿Eran tontos? ¿O qué? ¿Para qué tendrían los nombres apuntados en una pegatina? Hasta que me dí cuenta de que lo hacían porque era la segunda semana de colegio y el profesor no se sabía los nombres. Vaya profesor.
Más tarde llegó un chico, moreno con ojos azules, tenía pinta del típico chico tímido, pijo. Era repulsivo a primera vista. Se acercó a hablarme, como si a mí me interesara.
— Hola. Eres nueva ¿no? —Ni le miré y como no hablé siguió—. Soy Derek —Me cedió la mano, le miré, pasé de él y apartó la mano—. Veo que no eres muy habladora.
— Corta el rollo y pasa de mí ¿vale?
— No entiendo tu cabreo, pero no sé porque la pagas conmigo.
Me quedé callada, tampoco entendía por qué había sido tan brusca con él. Me sentí culpable. Suspiré.
— Soy Noah. —Dije alargándole la mano. Él la cogió y yo la solté casi al instante.
Entonces llegó el profesor y fue hasta su mesa, era alto, joven pero muy serio. Solo por el careto se sabía que era el más estricto, por eso me habían cambiado a esta clase. Pff, me daría un por saco que te mueres.
— Así que usted es mi nueva alumna ¿cierto? —dijo mirándome. No contesté—. La… adolescente problemática.
¿Es que intentaba provocarme? ¿Acaso no entendía que yo eso de controlarme se me daba fatal? ¿Pero a este que mosca le ha picado?
— Yo no soy problemática —contesté, con un tono de voz tal vez demasiado alto.
— Eso ya lo comprobaré yo, Srta. y baje ese tono de inmediato o me veré obligado a echarla de mi clase.
— No creo que sea usted capaz —en realidad sí lo creía pero no comenté nada.
— Oh, ya lo creo que sí. No intente ponerme a prueba Srta.…
— Lekker.
— Usted no sabe de lo que soy o no soy capaz —Se acercó a mi pupitre—. Otra más de las suyas y se entera de quién soy yo. Y una cosa más, diríjase a mí como señor o profesor, no consentiré que se me hable sin respeto. —Se dio la vuelta y se marchó a su mesa. Yo ni me imité. Como si el profesor Looper no me hubiera echado nunca de la clase.
— Pff, vaya cosa —susurré, soltando una risita audible.
— ¿Decía algo, Srta. Lekker?
—  Nada, “señor profesor” —dije con un poco de mofa. Me miró durante unos segundos y comenzó su clase.
—  Vaya, si que eres problemática —susurró Derek en tono preocupante, que se había colocado en el único sitio que había quedado libre, el contiguo al mío.
—  ¿Cuál es tu problema? Limítate a dejarme vivir en paz ¿quieres?
—  Como tú prefieras, yo solo digo lo que pienso —dijo en todo sabiondo, o al menos eso me pareció.
— No me interesan tus pensamientos —dije con el mayor desprecio que fui capaz.
Él me ignoró y lo mismo hice yo. Saqué de mi mochila mi MP5, conecté los auriculares y me los puse. Unos minutos después vi como Corlock venía hacia mi mesa y me arrancaba de las manos el reproductor de música.
—  ¡Eh! ¡¿Qué hace?!
—  ¿Cree usted que voy permitir que utilice esto mientras estoy explicando, Srta. Lekker? Pues no, fuera de mi clase ahora mismo, quédese en la puerta.
—  Bien, ¿me lo devuelve ya? —le dije alargando la mano hacia mi reproductor.
— ¡Por supuesto que no! Esto queda confiscado hasta nuevo aviso. Mientras tanto me lo quedaré yo —Se fue otra vez a su mesa y metió mi reproductor en el cajón, echando la llave —. Salga de mi clase, ya.
Me levanté de mi pupitre lentamente, me fui a la puerta y salí. Me quedé fuera durante casi toda la clase hasta que Corlock salió un poco enfurecido por la pelea, pero le oí decir a Derek que me vigilase, como si fuese a quemar la clase o algo…
Me daba igual que me vigilase, así que entré y empecé a pintar un graffiti en la pared de la clase, era la cara de Corlock. Resaltaba su calvicie, la cual brillaba mucho. Derek vino corriendo hacia mí.
— ¡¿Qué haces?! ¡No hagas eso, te van a castigar!
— Eso no me da miedo, he estado tantas veces castigada…
— Pero se supone que te estoy vigilando, así que para Dijo quitándome el spray de las manos.
— Tú tampoco me caes bien —Dije bromeando con una sonrisita.

Justo en ese momento Corlock entra y se pone histérico al ver mi dibujo, y al darse cuenta de que Derek tenía el spray, entonces nos mandó a la sala de castigo.

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